“Sin embargo, a ustedes les gusta hablar con orgullo, como si fueran dueños del futuro, y eso es muy malo. Si ustedes saben hacer lo bueno y no lo hacen, ya están pecando.” Santiago 4:16-17 TLA
Muchas veces a nosotros los cristianos se nos acusa de ser hipócritas, exigentes, y señaladores. Y creo que en algunas veces estoy de acuerdo con esos señalamientos. Si vienen del “mundo” nos tienen que dar una señal de que tenemos que ver cómo nos estamos comportando en nuestro diario vivir; si vienen de los de adentro, mucho más cuidado…y es en estas circunstancias que debemos tomar una decisión, o nos quitamos la máscara o realmente damos nuestro carácter a conocer.
Nuestra forma de vivir TIENE que ir conforme a lo que decimos predicar; yo en vez de predicar intento modelar lo que digo que predico. Esto me acuerda una anécdota de unos de mis mentores durante mis estudios doctorales y decía de la siguiente manera:
“Un niño le dijo a su padre…” Papá, ¿puedes hablar un poco más alto?, tus acciones no me permiten oír” ¡WOW! Su padre tuvo que auto analizarse y hacer un inventario de sus palabras y de sus acciones; ¿sus palabras respaldaban su conducta?
En nuestro diario vivir tenemos que estar bajo un continuo escrutinio de nuestras palabras y nuestras acciones.
Hay personas que prácticamente se “auto inmolan” predicando una cosa, pero mostrando en su carácter otra. La palabra nos advierte que nos cuidemos de las pequeñas zorras y lo que estas pueden causar.
Amigo, hermano que me lees, si sabes que algo no está bien, no lo hagas (parafraseando a Marcus Aurelius). Si sabes que debes seguir unas reglas, ¡hazlo! Así evitamos que cuando nos señalen por no seguir estas reglas intentemos justificarnos con tantas falacias que tenemos a nuestra disposición.
He escuchado a personas, que creía eran integras, decir “las reglas no están escritas en piedra”, bueno tengo noticias, sí, las reglas fueron escritas en piedra y fue el dedo de Dios quien las escribió. Otros tal vez dicen, “no rompas las reglas, pero si puedes doblarlas hazlo, total es para el beneficio del colectivo.” Qué ejemplo estamos dando si esos son los consejos de “sabiduría” estamos impartiendo. Los Diez Mandamientos (diez reglas) no fueron una opción, los reglamentos y leyes están y sirven un propósito, el mismo es que el campo de juego sea igual para todos, y que haya ORDEN. Si empezamos a violentar las reglas porque las mismas no nos convienen, cuidado, va a llegar un momento en que no vamos a poder distinguir si estamos siguiendo las reglas o no, si las estamos rompiendo o no, y peor aún, si ya hemos caído en la trampa de una mente cauterizada.
Lo más importante para mí es que estos principios, los principios de Dios son inviolables, Dios es un Dios de orden (vayan en un tour a través de la Biblia y compruébelo). La Palabra nos dice que mi si sea si y mi no sea no. En ese tour encontraremos tantas y tantas reglas… ¿no me cree? Hagamos un ejercicio de historia y veremos que lo que sucede en el medio oriente comenzó por obviar las reglas.
En este momento crítico en nuestras vidas y el futuro histórico de Puerto Rico, vivamos le que predicamos, seamos ejemplo, modelemos una conducta con carácter, integridad y verticalidad y todas las cosas que vienen atadas a esos principios. Sobre estas cosas algunos piensan que son veredes más sin embargo la falta de estas es la que ha estado llevando a Puerto Rico a su destrucción política, económica y moral.
Que nos ayude Dios a que nuestros hijos nunca nos hagan la pregunta ¿Papa, podrías hablar un poco más alto?…
Bendiciones y Paz,
Daniel Marte, PhD.

