¿Qué dice la Biblia acerca de la política?

Con las elecciones en los Estados Unidos y en Puerto Rico a solo un año y medio de distancia deberíamos profundizar en la Biblia para descubrir sus puntos de vista sobre la política.

Algunos cristianos dicen que debemos permanecer “por encima” (above the fray) de la política, especialmente en una temporada tan políticamente cargada como la de 2024, escuchamos a muchos decir. “Al mismo tiempo, la palabra de Dios llama a los cristianos a ser “sal y luz” en su cultura. Entonces, ¿cómo pueden los cristianos ser políticamente activos sin dejar de ser como Cristo? ¿Cómo pueden los cristianos votar bíblicamente? ¿Cómo pueden los cristianos marcar la diferencia en esta temporada y actuar de manera que fortalezcan su testimonio cuando terminen las elecciones?”.

Tres puntos de la Biblia ofrecen un camino a seguir:

  1. Dios llama y usa líderes políticos.
  2. Dios nos está llamando a participar en política.
  3. En última instancia, debemos servir a nuestra máxima autoridad: Dios.

Uno: Dios llama y usa líderes políticos

Es tentador para los cristianos permanecer “por encima” de la política y fuera de la refriega. En este día de “cultura de cancelación” y cobertura mediática las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y un pueblo que se siente más dividido y divisivo que nunca, es comprensible que las buenas personas quieran sentarse al margen. Yo cuando pienso eso recuerdo una cita escrita por Sir Edmund Burke:

“Para que el mal triunfe solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada”

Ademas Platón señaló:

“uno de los castigos por negarse a participar en política es que terminas siendo gobernado por tus inferiores”.

La Biblia deja en claro que, a pesar del estigma que a menudo se asocia con la política, Dios llama y usa a los líderes políticos.

Llama a los que se asocian con él, como José, cuyos hermanos lo vendieron como esclavo y luego, 13 años después, le temieron después de que se convirtió en el segundo hombre más poderoso de Egipto. Y como Mardoqueo en el Libro de Ester, quien estaba vestido con túnicas reales y recibió gran autoridad en Persia. O Daniel, un cautivo en Babilonia, que vio que su obediencia y confianza en Dios lo llevaron a gobernar toda la provincia.

Pero Dios no necesita nuestro acuerdo. Utilizó a Faraón en la época del Éxodo de Egipto. Usó a Herodes cuando nació Jesús. Usó la intención de muchos romanos de dañar al cristianismo. Su voluntad se hizo a través de líderes políticos reacios.

Dios ha usado a aquellos que no saben que están siendo usados. En la gran ciudad cosmopolita de Éfeso, estalló un motín contra Pablo y sus compañeros. Los miembros del culto imperial romano en Asia advirtieron a Pablo y lo ayudaron a evitar el peligro.

Ya sea con Dios, contra él o incluso sin saberlo. . . Dios usa a la gente en la política.

Dos: Dios nos llama a participar en política

Como “sal de la tierra” y “luz del mundo” (Mateo 5:13–14), el florecimiento de nuestro mundo es, en parte, nuestra responsabilidad. Si tengo la única luz en una habitación oscura, su oscuridad es mi culpa. Cuidar nuestra cultura y participar en sus procesos políticos es parte de una buena ciudadanía para el pueblo de Dios.

Aquí hay cuatro formas de participar.

Votar: Es nuestra responsabilidad ser votantes informados, buscar el liderazgo de Dios, votar y animar a otros a hacer lo mismo.

Comprometerse: sus funcionarios electos necesitan saber de usted. Ellos quieren saber de usted. Te sorprendería saber cuán pocas personas se toman el tiempo para ir más allá de reenviar un correo electrónico escrito previamente. Llamar. Deja que se escuche tu voz.

Servir: Necesitamos votantes de fe. También necesitamos líderes de fe. ¿Te está llamando Dios a un cargo electo? ¿Le estás pidiendo que te dé a conocer sus deseos a ti y a los demás?

Interceder: Debemos orar por nuestros líderes ya sea que estemos de acuerdo con ellos o no. De hecho, cuanto menos estemos de acuerdo, más debemos interceder. Debemos orar por todos los líderes. ¿Conoces los nombres de los integrantes del gobierno municipal? ¿Estás orando por ellos y por tu alcalde? ¿Por el gobernador y funcionarios estatales? ¿Por el presidente y su gabinete?

Tres: Servir a nuestra máxima autoridad

Pedro les dijo a los primeros cristianos que “honraran” al emperador, pero que “temieran” solo a Dios. Esto significa que, si debemos elegir, debemos elegir a nuestra máxima autoridad.

Deberíamos llegar a esta posición solo si es necesario, primero buscando todos los medios para obedecer a las autoridades seculares mientras nos mantenemos fieles a nuestro Señor. Pero hay momentos en que debemos declarar con los apóstoles: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

En última instancia, votar en los Estados Unidos y en Puerto Rico es el privilegio y la responsabilidad de todos los ciudadanos elegibles. Los cristianos nunca deben pensar que obtienen un pase en eso (algunas veces creo que tal vez sin saberlo se quieren sentir demasiado espirituales).  Sin embargo, lo que tenemos es una guía clara de la palabra de Dios sobre por qué y cómo participar en esta maravillosa república (si no sabias los Estados Unidos es una república federada).

¿Hemos notado algo? Los menos gritan más y han logrado obtener y hasta “obligarnos” aceptar sus condiciones sociales, políticas y hasta morales, sin embargo, los de la fe, que a mi entender mostrado por estadísticas somos más, hemos hecho menos ruido y a veces nos sentimos ignorados y en otros casos nos faltan el respeto.  Es hora de seguir haciendo “ruido santo” en nuestras iglesias, pero también hacer ese “ruido” para que los políticos y todo el pueblo en general escuche lo que realmente un pueblo digno se merece.

Durante décadas hemos escuchado (y con pena digo que todavía se escucha) que los cristianos no debemos tomar parte en este ejercicio de la democracia, por más errado que algunas veces nos parezca, hoy por hoy estamos viviendo las consecuencias de este error doctrinal (puede que me caigan chinches) y es cuando tenemos el agua en cuello que venimos a darnos cuenta. En ese entonces es que venimos a gritar “el cielo se está cayendo”.