¿Qué propone exactamente el Proyecto del Senado 1?

Se ha dicho mucho sobre el Proyecto del Senado 1 de 2025, y algunas personas lo han reducido solo al tema de la vacunación, ¿miopía? Pero la verdad es que este proyecto va mucho más allá. Su propósito principal es reforzar el derecho fundamental a la libertad religiosa en distintos ámbitos de la vida en Puerto Rico, como la educación, el acceso a servicios gubernamentales, el trabajo y la salud.

Dicho de manera sencilla: este proyecto busca asegurar que nadie sea obligado a actuar en contra de sus creencias religiosas ni sea discriminado por ellas.

Aquí te explicamos los puntos clave y aclaramos algunas confusiones.

¿Qué propone exactamente el Proyecto del Senado 1?

Este proyecto establece la “Ley del Derecho Fundamental a la Libertad Religiosa en Puerto Rico”, que garantiza que:

  • Los estudiantes y profesores puedan expresar libremente sus creencias en las escuelas.
  • Los empleados no sean obligados a hacer cosas que vayan en contra de su fe en el trabajo.
  • Las iglesias y organizaciones religiosas no sean excluidas de ayudas gubernamentales solo por su naturaleza religiosa.
  • Las personas en hospitales o instituciones para adultos mayores puedan recibir visitas de líderes religiosos sin obstáculos.
  • Las exenciones religiosas para la vacunación sean respetadas y no eliminadas arbitrariamente.

En pocas palabras, esta ley busca un equilibrio entre la protección de la salud pública y el respeto a las creencias religiosas de cada persona.

El tema de la vacunación y las exenciones religiosas

Uno de los puntos más debatidos del proyecto es su impacto en la Ley 25 de 1983, que regula la vacunación obligatoria en Puerto Rico. Para aclarar: el proyecto no impone ni elimina la vacunación obligatoria, sino que refuerza el derecho de los padres a solicitar una exención religiosa para sus hijos.

¿Qué significa esto en la práctica?

  1. Las exenciones religiosas no podrán eliminarse fácilmente. Actualmente, el Departamento de Salud puede revocar estas exenciones en casos de emergencia sanitaria. Con la nueva ley, solo podrán hacerlo mediante una orden administrativa formal y por un período limitado.
  2. Los niños no vacunados no serán marginados. Si hay una epidemia, estos estudiantes podrían ser apartados temporalmente de la escuela, pero las instituciones educativas estarán obligadas a proveerles los materiales para que no se atrasen.
  3. Mayor transparencia en el consentimiento informado. Los padres tendrán acceso a información detallada sobre cada vacuna, incluyendo sus componentes, beneficios y posibles efectos secundarios, para tomar una decisión bien informada.

Aclarando los mitos

Sabemos que hay mucha información circulando sobre este tema, así que aquí desmentimos algunos de los mitos más comunes:

“El gobierno quiere obligar a vacunar a los niños.”
 FALSO. Este proyecto no impone vacunas obligatorias, sino que refuerza el derecho de los padres a decidir.

 “Los niños no vacunados serán expulsados de las escuelas.”
 FALSO. Solo en casos de epidemia podrían ser apartados temporalmente, pero las escuelas deberán garantizar que no pierdan el acceso a la educación.

 “Esto es un ataque a la salud pública.”
 FALSO. La vacunación sigue siendo parte de la política de salud pública, pero se busca respetar la libertad de conciencia de los ciudadanos.

Resumiendo, el Proyecto del Senado 1 de 2025 no se trata solo de la vacunación ni busca marginar a los no vacunados. Su objetivo es proteger la libertad religiosa en Puerto Rico en distintos aspectos de la vida cotidiana, asegurando que las decisiones individuales basadas en la fe sean respetadas.

Este tipo de leyes buscan equilibrar la salud pública con el derecho de cada persona a vivir de acuerdo con sus creencias. La desinformación ha hecho que algunos piensen que se trata de imponer vacunas o discriminar a quienes deciden no vacunarse, cuando en realidad busca garantizar que las personas tengan la opción de decidir sin presiones ni consecuencias injustas.

Lo importante es conocer la verdad y evitar caer en información errónea. – Daniel Marte, PhD.