“Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20).
En el debate actual sobre política, valores y religión, es común escuchar a personas usar los términos “conservador” y “cristiano” como si fueran intercambiables. Pero ¿es realmente lo mismo ser conservador que ser cristiano? ¿Puede alguien ser cristiano sin ser conservador? ¿Y puede alguien ser conservador sin ser cristiano? Este escrito tiene el objetivo de aclarar estas dudas de manera sencilla, cordial y sin ánimo de imponer una postura, sino más bien de aportar claridad a la conversación; en vocablo puertorriqueño, “en arroz y habichuelas”
¿Qué significa ser conservador?
El conservadurismo es una corriente filosófica, política y social que busca preservar valores, instituciones y costumbres tradicionales. Aunque no hay una sola forma de ser conservador, en general, esta ideología se caracteriza por:
- Defensa de la tradición: El conservadurismo valora la estabilidad social y el respeto por las normas e instituciones heredadas del pasado.
- Énfasis en la familia y la moral: Considera que la familia es la base de la sociedad y promueve valores éticos y morales que fortalecen el tejido o fibra social.
- Economía de mercado: En términos económicos, la mayoría de los conservadores favorecen el libre mercado, el respeto a la propiedad privada y la reducción del papel del Estado en la vida de los ciudadanos. Muchos equiparan este pensamiento con la reducción del gobierno, pero hay que diferenciar los mismos.
- Soberanía nacional y patriotismo: Suelen defender la identidad nacional y el respeto a las leyes e instituciones propias de cada país.
- Respeto por la ley y el orden: Creen en la importancia de la seguridad, la aplicación justa de la ley y la autoridad legítima.
El conservadurismo no es una religión ni una doctrina única, sino un conjunto de valores y creencias que pueden variar según el contexto cultural y político de cada sociedad.
¿Qué significa ser cristiano?
El cristianismo es una fe basada en la creencia en Jesucristo como el Hijo de Dios y Salvador
del mundo. Es más que una ideología política o un conjunto de valores; es un compromiso espiritual y moral basado en la Biblia y en una experiencia personal de fe en el Creador. Algunos aspectos esenciales del cristianismo son:
- Fe en Jesucristo: Un cristiano cree que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6). Su enseñanza y sacrificio en la cruz son el núcleo del mensaje cristiano.
- Amor al prójimo: Jesús enseñó que el amor es el mayor mandamiento (Mateo 22:37-40), lo que implica compasión, perdón y servicio a los demás.
- Salvación por gracia: La salvación no se obtiene por buenas obras o ideologías, sino por la fe en Cristo y su gracia redentora (Efesios 2:8-9).
- Vivir según la Biblia: La vida cristiana implica seguir los principios de la Escritura, como la justicia, la humildad y la pureza.
- Esperanza en la vida eterna: A diferencia de las ideologías políticas, el cristianismo se centra en una perspectiva trascendental y espiritual.
Similitudes entre conservadurismo y cristianismo
Es comprensible que muchas personas asocien el cristianismo con el conservadurismo, ya que comparten ciertos valores. Algunas similitudes clave son:
- Ética y moralidad: Ambos enfatizan la importancia de la moral y la conducta ética en la vida personal y social.
- Defensa de la familia: El cristianismo y el conservadurismo suelen coincidir en que la familia es fundamental para la sociedad.
- Oposición a ideologías relativistas: Tanto conservadores como cristianos rechazan la idea de que la verdad y la moral son completamente subjetivas.
- Promoción del orden y la estabilidad: Ambos valoran el respeto por la ley, el orden y la responsabilidad individual.
Diferencias entre conservadurismo y cristianismo
A pesar de sus similitudes, es importante no confundir una ideología política con una fe espiritual. Algunas diferencias clave son:
- Enfoque en la eternidad vs. lo terrenal: El cristianismo tiene una perspectiva eterna, mientras que el conservadurismo se centra en la política y la sociedad presente.
- Gracia vs. méritos personales: La salvación cristiana se basa en la gracia de Dios, no en la conducta moral o política de una persona. Ser conservador no equivale a ser salvo.
- Relación con el poder: El cristianismo ha sobrevivido bajo diversos sistemas políticos, mientras que el conservadurismo es una posición dentro del espectro político.
- Universalidad vs. contexto cultural: El mensaje de Cristo es para toda la humanidad, mientras que el conservadurismo varía según el contexto de cada país.
¿Puede un cristiano no ser conservador?
Sí. Aunque muchos cristianos adoptan posturas conservadoras por razones morales y familiares, la Biblia no ordena adherirse a una ideología política específica. Un cristiano puede valorar la justicia social, la equidad y la ayuda a los necesitados de maneras que a veces pueden parecer más afines a otras posturas políticas.
Por ejemplo, Jesús mostró una fuerte preocupación por los pobres y marginados (Lucas 4:18), lo que podría llevar a algunos cristianos a apoyar políticas de bienestar social sin necesariamente identificarse como conservadores.
¿Puede un conservador no ser cristiano?
También es posible. Hay personas que defienden valores conservadores sin profesar la fe cristiana. Algunos pueden basar su conservadurismo en principios filosóficos, históricos o incluso en su propia experiencia de vida.
Sin embargo, cuando el conservadurismo se separa de una base moral trascendente, corre el riesgo de convertirse en una simple defensa del statu quo o en una postura meramente política sin fundamentos espirituales.
¿Qué podemos concluir?
El cristianismo y el conservadurismo tienen puntos en común, pero no son lo mismo. Mientras que el conservadurismo es una postura política y filosófica enfocada en la preservación de valores tradicionales, el cristianismo es una fe basada en Jesucristo y la Biblia.
Un cristiano puede o no ser conservador, y un conservador puede o no ser cristiano. Lo importante es no confundir la identidad cristiana con una ideología política, ya que la relación con Dios trasciende cualquier afiliación terrenal. Al final, la mayor lealtad de un cristiano no es a un partido político, sino a Cristo y a su enseñanza.
Como dijo el apóstol Pablo: “Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Filipenses 3:20).

