“El que en integridad camina será salvo; Mas el de perversos caminos caerá en alguno.” Proverbios 28:18 (RV1960)
Desde la perspectiva conservadora y cristiana, la fiscalización al gobierno tiene un significado profundo que va más allá de la simple supervisión de las políticas y las decisiones públicas. Este enfoque se basa en principios que combinan valores tradicionales y éticos con una visión de responsabilidad social y moral. Aquí te explico su significado:
- Responsabilidad Moral y Ética
– Deber de Justicia: Para los cristianos, la fiscalización del gobierno se ve como un deber ético. La Biblia enfatiza la justicia y la honestidad en la administración de los asuntos públicos (Proverbios 29:2: “Cuando los justos gobiernan, el pueblo se alegra; cuando gobierna el impío, el pueblo gime”).
– Moralidad en la Política: La fiscalización no solo se trata de asegurar el cumplimiento de leyes, sino de evaluar si las políticas y acciones gubernamentales son justas y alineadas con principios morales, como la honestidad y la compasión hacia los más vulnerables.
- Protección de las Libertades Individuales
– Salvaguardar la Libertad Religiosa: Desde una perspectiva conservadora y cristiana, la fiscalización asegura que las decisiones gubernamentales no invadan o amenacen las libertades fundamentales, especialmente la libertad de religión.
– Defensa de los Valores Tradicionales: El control sobre el gobierno garantiza que las políticas públicas no erosionen valores culturales y familiares tradicionales, esenciales para la estabilidad y cohesión social.
- Transparencia y Rendición de Cuentas
– Gobierno Bajo la Mirada de Dios: En la tradición cristiana, se cree que los líderes están llamados a rendir cuentas no solo ante los ciudadanos, sino también ante Dios. Esto refuerza la importancia de la fiscalización para asegurar que los gobernantes actúen con integridad y de acuerdo con principios cristianos.
– Rechazo de la Corrupción: La corrupción es vista como una forma de injusticia que perjudica a toda la sociedad, y fiscalizar al gobierno es un medio de combatirla y asegurar la correcta administración de los recursos públicos.
- Servicio al Bien Común
– Liderazgo como Servicio: La doctrina cristiana enseña que los líderes deben actuar como servidores del pueblo (Marcos 10:43-45: “El que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor”). La fiscalización del gobierno busca garantizar que las políticas reflejen un liderazgo orientado al bien común, en lugar de intereses personales o partidistas.
– Justicia Social y Solidaridad: Aunque la perspectiva conservadora puede priorizar la economía de libre mercado y la propiedad privada, también enfatiza la importancia de políticas que no descuiden a los más necesitados, actuando de manera solidaria y ética.
- Limitación del Poder Estatal
– Equilibrio de Poderes: Una visión conservadora defiende la necesidad de fiscalizar al gobierno para evitar excesos de poder. Esto está relacionado con la creencia en la naturaleza caída del ser humano, por lo que se considera esencial establecer sistemas de control y equilibrio (check and balance) para prevenir la tiranía.
– Defensa de la Autonomía Familiar y Comunitaria: Desde esta perspectiva, el gobierno debe ser controlado para que no se inmiscuya demasiado en la vida familiar y comunitaria, protegiendo así la importancia de la subsidiariedad, donde las decisiones se toman en el nivel más local posible.
Desde una perspectiva conservadora y cristiana, la fiscalización al gobierno es una práctica esencial que busca garantizar que las acciones y políticas públicas se realicen con justicia, integridad y respeto a los valores morales y éticos. Se ve como un mandato para proteger el bien común, preservar las libertades individuales y asegurar que el liderazgo sea un servicio que promueva el bienestar de la sociedad conforme a principios que honren a Dios y a los ciudadanos por igual.
Daniel es un destacado académico con una sólida formación en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Obtuvo su doctorado (Ph.D.) de la Universidad de Georgetown en Washington, D.C., y cuenta con dos maestrías en Administración Pública (M.P.A.) y Administración de Empresas (M.B.A.) de la misma institución. Además, posee una Maestría en Artes en Sistemas de Información (M.I.S.) y un Bachillerato en Administración (B.B.A.) de la Universidad de Maryland, College Park.
A lo largo de su trayectoria, Daniel ha complementado su formación académica con certificados ministeriales de reconocidas instituciones, como las Asambleas de Dios, Berean School of the Bible y Global University. Actualmente, es profesor en línea de cursos especializados en Ciencias Políticas, Política Internacional y Política en el Medio Oriente en la McCourt School of Public Policy de Georgetown University y el Departamento de Política de NYU-Wilf Family.
El compromiso de Daniel con la enseñanza va de la mano con su dedicación a la investigación y la escritura. Es autor de un libro basado en su tesis doctoral, el cual se utiliza como texto de referencia en destacadas universidades de los Estados Unidos, incluyendo la National Defense University, National War College, Army War College, American University y la Ford School of Public Policy de la Universidad de Michigan, Ann Arbor.
Elizabeth, esposa de Daniel, es una profesional de la salud con una destacada carrera en enfermería. Obtuvo su Bachillerato en Ciencias de la Enfermería (BSN) de la Universidad Interamericana de Puerto Rico y cuenta con una amplia experiencia como enfermera registrada (RN) en diversos hospitales y centros de diálisis. Actualmente, se encuentra cursando estudios de maestría, los cuales espera completar en el futuro cercano.
Daniel y Elizabeth son miembros activos de la Iglesia Movimiento Avivamiento Mundial (M.A.M.) en el Barrio Guerrero de Isabela, Puerto Rico, donde colaboran bajo la guía del Pastor Gabito Rodríguez. Su participación en la comunidad de fe refuerza su compromiso tanto con la educación como con la espiritualidad, combinando su pasión por el servicio académico y ministerial con su vida personal y profesional.